¿Prótesis carabelitas? La ciudadanía oye hablar de esto, pero como nos tienen distraídos, entre corruptos vestidos de verde, morado, blanco y otra gama de colores, pocos piensan en lo que eso encierra para quienes viven ese drama humano.

Tema, que tampoco parece interesar a periodistas dedicados al trabajo sucio, o los cazas políticos por encargo. Pero en quien esté encarnado Hipócrates hoy, sentirá revoltura de sus vísceras, al ver, lo miserable que está terminando su oficio.

Quienes ejecutan esa inhuma práctica, serán los mismos, que sin rubor, no sólo crucificaron a Jesús, si no, que saciándose con su dolor, le dieron como agua, vinagre, y les revivían sus heridas, para hacer perenne su dolor.

Es el mismo padecimiento, del que paga para recibir los beneficios de una Seguridad Social, cuando al perder un órgano de su cuerpo, le colocan una prótesis carabelita, que con el menor movimiento rompe, y su mal en lugar de curar, empeora.

Pero como no hay ley, ni justicia, para estas bestias, con perdón de los animales, ya pronto nadie hablará de eso, y los afectados tendrán que amistarse con el dolor, aprender a vivir con él, quizás este termine apiadándose de ellos, cosa que esos “humanos” no pudieron hacer.

¡La casa de cristal! Nunca tires piedras, a la casa del vecino, si la tuya es de cristal, pues al devolvértela, te las van a destrozar. Michel Temer, y asociados en el golpismo institucional, olvidaron dicha máxima, y ya comienzan los cristales a caerles en los pies.

Y es, que quien mal comienza, así termina. Un político sin condiciones, con poca capacidad de convencimiento, aprovecha cualquier coyuntura para alcanzar la gloria, que de su pueblo no ha sabido granjearse.

Pero como nada queda oculto bajo el sol, Brasil se hartó de los corruptos y sus acciones dolosas, pero el presidente no está entre los que pueden arrojar la primera piedra, forma parte de ese entramado, junto a sus secuaces.

Dilma, la presidenta moral de Brasil, destituida por perversidad suya, la pudieron acusar de todo lo que la mendicidad política permite, pero hasta ahora, ella sí, puede tirar la primera piedra en cuanto a corrupción.

Y Lula, vapuleado por esa misma componenda, pelea en todos los escenarios, buscando mostrar su inocencia, ojalá, y así pueda demostrarlo, pues todo indica, que se dejó enlodar de los corruptos que en política abundan.

“Dios y el Demonio”, literalmente hablando, es lo mismo, uno (simboliza el Bien) y el otro (el Mal). Contendientes, creados por los religiosos para dominar a la humanidad. Entre los terroristas y sus víctimas, tenemos reflejados a esos dos personajes.

Los sacrificados, son células de Dios, que la sed de poder de esos grupos pone de rodillas. No sabemos, quién terminará reinando en la tierra. Pero tampoco, quién es Dios o el Diablo, si los terroristas, o quienes dicen combatirlos con sus mismos métodos.

“Soñar” pero pensando en el ocaso, les invito a soñar, con una nueva Era, no sólo en avance de Tecnología y Ciencia, si no, con la nueva vida, donde lo espiritual impere sobre lo material, y por fin, veamos la Luz brillar, y con el mito de la “Muerte”, acabar.

Soñarlo, es posible. Realizarlo, también. De nosotros depende.

 

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