Según muestra un nuevo estudio presentado hoy en el 8.o Congreso de la Academia Europea de Neurología (EAN), los pacientes ambulatorios que tuvieron un resultado positivo de COVID-19 tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos neurodegenerativos que aquellos que no se contagiaron con el virus.

VIENA, 24 de junio de 2022 /PRNewswire/ — El estudio, que analizó los registros de salud de más de la mitad de la población danesa, descubrió que quienes habían tenido un resultado positivo en alguna prueba de la COVID-19 tenían un mayor riesgo de contraer las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, además de ictus isquémico.

De las 919.731 personas incluidas en el estudio que se sometieron a una prueba de COVID-19, los investigadores descubrieron que las 43.375 que mostraron resultado positivo tuvieron mayores riesgos de ser diagnosticadas con alguna de estas enfermedades: riesgo 3,5 veces mayor de enfermedad de Alzheimer, riesgo 2,6 veces mayor de enfermedad de Parkinson, riesgo 2,7 veces mayor de ictus isquémico y riesgo 4,8 veces mayor de hemorragia cerebral. Si bien la neuroinflamación puede contribuir a un desarrollo acelerado de trastornos neurodegenerativos, los autores destacaron las implicaciones del foco científico sobre las secuelas a largo plazo después de la COVID-19.

El estudio analizó a los pacientes daneses hospitalizados y ambulatorios entre febrero de 2020 y noviembre de 2021, así como a los pacientes con influenza del período correspondiente previo a la pandemia. Los investigadores utilizaron técnicas estadísticas para calcular el riesgo relativo y los resultados se estratificaron según el nivel de hospitalización, la edad, el sexo y las comorbilidades.

La Dra. Pardis Zarifkar, autora principal del Departamento de Neurología de Rigshospitalet, Copenhague, Dinamarca, explicó: “Más de dos años después del inicio de la pandemia de la COVID-19, todavía no se ha caracterizado la naturaleza precisa y la evolución de los efectos de la COVID-19 en los trastornos neurológicos. Algunos estudios preliminares han establecido una asociación con síndromes neurológicos, pero hasta ahora se desconoce si la COVID-19 también influye en la incidencia de enfermedades neurológicas específicas y si difiere de otras infecciones respiratorias”.

Sin embargo, el aumento del riesgo de sufrir enfermedades neurológicas no fue mayor entre los pacientes con COVID-19 que en quienes habían sido diagnosticadas con influenza u otras enfermedades respiratorias. Los pacientes mayores de 80 años que tuvieron COVID-19 presentaron un riesgo 1,7 veces mayor de sufrir un ictus isquémico en comparación con quienes sufrieron influenza y neumonía bacteriana.

La frecuencia de otras enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, la miastenia gravis, el síndrome de Guillain-Barré y la narcolepsia no aumentó después de la COVID-19, la influenza ni la neumonía. 

La Dra. Pardis Zarifkar agregó: “Estos hallazgos contribuirán a nuestra comprensión del efecto a largo plazo de la COVID-19 en el cuerpo y del papel que desempeñan las infecciones en las enfermedades neurodegenerativas y el ictus isquémico”.

FUENTE EAN Congress 2022