ESTOCOLMO, 29 de abril de 2022 /PRNewswire/ — La psoriasis es una enfermedad inflamatoria que afecta la piel y las articulaciones. El síntoma más común son las lesiones con escamas en la piel que generan picazón. Pero la psoriasis afecta mucho más que la piel. Para quienes la padecen, uno de los desafíos más difíciles es su gran impacto en la salud mental. En la actualidad, la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis (IFPA), la organización mundial para las personas con psoriasis, publica un informe que explora la relación simbiótica entre esta enfermedad, la depresión y la ansiedad.

Mental Health

Vivir con una enfermedad visible puede ser devastador. “Tuve un brote a fines de 2015”, afirmó Reena Ruparelia, de Canadá. “Mis manos y pies estaban cubiertos de placas y grietas. Usaba una envoltura de plástico y guantes para mantenerme hidratada. Un día en el trabajo me los quité, miré mis manos y comencé a tener un ataque de pánico. No podía creer cuánto había empeorado. Tomé un taxi a casa y estuve de licencia por discapacidad durante tres meses”.

La experiencia de Reena no es única. De hecho, las últimas investigaciones revelan que más del 25 % de las personas que padecen psoriasis presentan signos de depresión, y hasta el 48 % experimentan ansiedad, más que con cualquier afección de la piel. Las tasas de discapacidad y suicidio también son más altas entre las personas con psoriasis. El impacto psicológico se reconoce cada vez más como una parte importante de la enfermedad.

Los mismos mediadores inflamatorios están involucrados tanto en la psoriasis como en la depresión. Como resultado, las personas que padecen la enfermedad quedan atrapadas en un círculo vicioso: la psoriasis causa depresión y ansiedad, y a su vez, la depresión y la ansiedad generan brotes de la enfermedad. El nuevo informe de la IFPA titulado Inside Psoriatic Disease: Mental Health (La psoriasis y la salud mental) no solo explora este vínculo, sino que también describe las mejores prácticas para romper el ciclo.

“Nadie en el campo de la medicina me ha dicho que mi depresión, ansiedad y psoriasis están relacionadas”, comentó Iman en Omán. “La salud mental es un problema complejo que requiere la cooperación entre todas las partes interesadas”.

Elisa Martini, autora principal del informe de la IFPA, enfatiza la urgente necesidad de un cambio de políticas. “La relación entre la mala salud mental y la psoriasis es innegable, y debe tomarse en serio. El tratamiento eficaz de la psoriasis y las intervenciones psicológicas oportunas son esenciales para brindar una atención adecuada. Los gobiernos deben asignar más recursos a los servicios de salud mental. Tanto la salud física como la mental son necesarias para el bienestar”.

El informe de la IFPA sobre salud mental está disponible en línea en ifpa-pso.com

Contacto: Camille Lancelot, +46 (0) 73 961 1565

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FUENTE IFPA