COPENHAGUE, Dinamarca, 22 de junio de 2022 /PRNewswire/ — Según una nueva investigación que se presentará hoy en la 54.° reunión anual de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN), los bebés y niños que empiezan a comer en una dieta de estilo nórdico baja en proteínas con un mayor enfoque en los alimentos de origen vegetal puede ser la clave para afianzar hábitos alimentarios más saludables.

Los bebés alimentados con porciones de prueba de la nueva dieta nórdica de frutas, bayas, raíces y vegetales, así como leche materna o fórmula, a partir de los 4 a 6 meses de edad, estaban consumiendo casi el doble de vegetales (46 % más) que los bebés alimentados con una dieta convencional a los 18 meses de edad.

Como parte del ensayo OTIS, investigadores de la Universidad de Umeå, Suecia, el Centro de Epidemiología del Consejo del Condado de Estocolmo y la Universidad de California, Estados Unidos, hicieron el seguimiento de dos grupos de bebés desde 4-6 meses hasta 18 meses. Participaron 250 bebés y el 82 % completó el ensayo.

Los bebés alimentados con la nueva dieta nórdica, cuyas familias habían recibido recetas de alimentos para bebés de fabricación casera nórdica, productos alimenticios para bebés reducidos en proteínas y apoyo parental a través de las redes sociales, consumieron entre un 42 % y un 45 % más de frutas y verduras a los 12-18 meses de edad, en comparación con los que se alimentaron con la dieta convencional recomendada actualmente por la Agencia Sueca de Alimentos.

La Dra. Ulrica Johansson, investigadora principal, MD en pediatría y dietista registrada de la Universidad de Umeå, Suecia, comentó: “La dieta nórdica reducida en proteínas presentada a los lactantes que no conocen este modelo de alimentación aumentó la ingesta de frutas, bayas, vegetales y raíces, y estableció un patrón de alimentación deseable durante un período de 12 meses”.

“La dieta nórdica reducida en proteínas es segura, factible y puede contribuir a una alimentación sostenible y saludable durante la lactancia y la primera infancia”, agregó.

La nueva investigación podría allanar el camino para ampliar el espectro del gusto en los lactantes y posiblemente ofrecer una estrategia eficaz para inculcar hábitos alimentarios más saludables en las primeras etapas de la vida.

La dieta nórdica ofrece una mayor ingesta de frutas, bayas, vegetales, hierbas, hongos, tubérculos y legumbres producidos a nivel regional y estacional, así como de granos enteros, grasas y aceites vegetales, pescado y huevos, y una menor ingesta de dulces, lácteos y carne.

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FUENTE ESPGHAN