SÃO PAULO, 22 de marzo de 2022 /PRNewswire/ —  La conservación del agua es fundamental para los objetivos de sostenibilidad de Kimberly-Clark, ya que trabaja para mejorar 1.000 millones de vidas en comunidades desatendidas a lo largo de todo el mundo. La empresa tiene como objetivo reducir su huella hídrica en un 50% en las regiones con escasez de agua para 2030. A partir de 2021, Kimberly-Clark redujo el uso de agua en sus instalaciones en un 34%.

En apoyo al objetivo de reducir su huella hídrica, Kimberly-Clark ha logrado que dos de sus fábricas ubicadas en América Latina reduzcan drásticamente la cantidad de agua que utilizan para producir papel higiénico y toallas de papel Scott®, y pañuelos faciales Kleenex®.

Las instalaciones de Kimberly-Clark en Santa Cruz, Bolivia, han reducido su consumo de agua en más del 86% desde 2015 logrando que el ahorro de agua en las mismas sea suficiente para llenar más de 86 piscinas olímpicas.

De igual forma, las instalaciones ubicadas en Sitio Del Niño en El Salvador redujeron su uso de agua en un 68% desde 2015 logrando que el ahorro de agua en estas instalaciones sea suficiente como para llenar más de 500 piscinas olímpicas.

“Cuidar el planeta es parte nuestros valores, y nos complace haber logrado resultados significativos en la eficiencia del uso del agua logrando reducir su uso en varias de las instalaciones de fabricación alrededor de la región, entre otras en todo el mundo”, dijo Vetrivel Dhagumudi, Líder del Programa Global de Agua de Kimberly-Clark. “Seguimos invirtiendo en medidas para lograr el ahorro eficiente de agua en nuestras instalaciones con el objetivo de minimizar nuestro impacto ambiental y cumplir con nuestro propósito: Un Mejor Cuidado para un Mundo Mejor“.

Las instalaciones de Santa Cruz y Sitio del Niño se enfocan constantemente en encontrar formas de reducir, reutilizar y reciclar el agua. Para lograr la eficiencia en el uso del agua se llevó adelante un proceso de varios pasos que comenzó con una extensa auditoría dónde identificamos desde soluciones fáciles como fugas, hasta oportunidades para reacondicionar máquinas que nos permitan usar menos cantidad de agua en el proceso.

Además, los nuevos sistemas de reciclaje de circuito corto con filtración de alta calidad permitieron que las plantas reutilizaran más agua en lugar de descargarla. Los equipos también mejoraron las instalaciones de tratamiento de aguas residuales para que pudieran reciclar más cantidad de agua.

Concientiza a los empleados sobre el cuidado del agua también desempeñó un papel clave para la compañía. “La cultura ha cambiado porque hicimos muchas capacitaciones ayudar a concientizar sobre el uso eficiente del agua” sostuvo Susana Sierra, coordinadora ambiental de las instalaciones de Kimberly-Clark en Sitio del Niño, una región que experimentó por primera vez la escasez de agua en 2016.

“Ahora, los empleados están comprometidos apoyando el uso eficiente del agua en todas las instalaciones”, agregó. “Por ejemplo en caso de que encuentren una canilla goteando proceden a informar rápidamente a quien corresponda para encontrar la solución y no permitir que se continúe con el desperdicio de agu. Además, aprovechamos las herramientas de mejora continua como Lean Six Sigma para ayudar a conservar este preciado recurso”.

Todo esto contribuye al objetivo global de la empresa de reducir a la mitad su huella ambiental para 2030 en las áreas en las que se puede marcar la mayor diferencia, que son: agua, bosques, clima y plásticos.

“Estamos realmente orgullosos de que estamos minimizando nuestro impacto ambiental y reduciendo el uso de agua de manera significativa”, dijo Alejandro Lechin, Gerente de Medioambiente, Salud y Seguridad en las instalaciones de Santa Cruz. “Estamos celebrando el 150º aniversario de Kimberly-Clark este año y queremos continuar con este legado de crecimiento sostenible durante los próximos 150 años y más”.

 

FUENTE Kimberly-Clark