PEKÍN, 6 de marzo de 2020 /PRNewswire/ — Science and Technology Daily informó que:

Un cronograma ha registrado con claridad el modo en que China ha encarado la iniciativa de cumplir con sus responsabilidades internacionales y se ha unido a la sociedad mundial para luchar contra el COVID-19. Luego del brote del coronavirus, China de inmediato informó a la OMS y se mantuvo en estrecha comunicación con otros países.

El 12 de enero, la OMS recibió la información de la secuencia genética del COVID-19 informada por China.

El 21 de enero, funcionarios chinos publicaron las secuencias del cebador (primer) y la sonda para la detección de ácido nucleico de COVID-19.

Del 16 al 24 de febrero, un equipo de investigación de la OMS-China, conformado por profesionales de diferentes países, realizó una misión conjunta de nueve días en las cuatro provincias de China. Mientras tanto, China también ofreció todo el inmediato apoyo que le fue posible a los países y regiones que sufrieron la propagación del COVID-19.

El 24 de febrero, Bruce Aylward, a cargo del equipo de investigación, dijo en una conferencia de prensa: “El mundo reconoce que está en deuda con ustedes, pueblo de Wuhan“. Sus palabras conmovieron a millones de personas.

El sincero agradecimiento de los funcionarios internacionales refleja un absoluto reconocimiento al gran sacrificio y a los aportes de China para combatir la propagación del COVID-19.

Como informó el equipo de investigación, es innegable que la disminución de nuevos casos del COVID-19 en China ha protegido la seguridad mundial. De hecho, ha construido la primera línea de defensa para evitar la propagación del COVID-19 por todo el mundo.

El equipo sugirió que durante la lucha contra el COVID-19 cada país monitoree activamente el estado de la salud, tome urgentes medidas para la detección, diagnóstico, aislamiento y tratamiento, y que se rastree y se aísle estrictamente a las personas que estén en contacto cercano con pacientes que tengan COVID-19. China ha acumulado, así, una valiosa experiencia.

La segunda sugerencia del equipo es que se deben dejar de lado los prejuicios y se debe aplicar una variedad de métodos científicos y flexibles en esta lucha. En el caso de un virus nuevo como el COVID-19, no hay medicina ni vacuna específica. Sin embargo, solamente la reacción de China ante el COVID-19 ha demostrado ser exitosa en cuanto a los hechos, por lo que es conveniente que otros países aprendan de este ejemplo.

En términos de prevención científica y control del COVID-19, el accionar de los líderes chinos demuestra al mundo que la “ciencia y la tecnología” son las armas más poderosas en la lucha contra las enfermedades. El laboratorio del Centro Nacional de Investigación de Ingeniería de Biochips de la Universidad de Tsinghua mostró los últimos logros científicos: seis kits de prueba de diagnóstico de ADN para virus respiratorios y ocho kits de prueba de diagnóstico de ADN para patógenos respiratorios aprobados por la Administración Nacional de Productos Médicos de China. Estos dos chips microfluídicos pueden categorizar eficazmente a los pacientes mediante diagnóstico diferencial. Ya se ha hecho uso clínico de ellos en el Hospital Unión, asociado a la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, en el Hospital Tongji, en el Hospital Popular Provincial de Hubei y en el Hospital “Huoshenshan”.

En el momento en que aparecen virus desconocidos, los seres humanos no comprenden cabalmente cómo se generan, la tendencia epidémica, la vía de transmisión, etc., por lo que se requiere mucho intercambio de información y cooperación. China ha desarrollado métodos efectivos para diagnóstico y tratamiento, eficacia en los medicamentos, prevención comunitaria y educación en salud pública. Está participando activamente con la OMS y la comunidad internacional mediante la cooperación y el intercambio de información. Las tareas a nivel mundial en la lucha contra las epidemias crean una comunión de todos por un futuro compartido para la Humanidad.

FUENTE Science and Technology Daily