El alcalde del condado de Miami-Dade, el cubanoamericano Carlos Giménez, instruyó a las autoridades detener a los inmigrantes requeridos por el FBI. Con esta decisión, Miami deja de ser oficialmente una ciudad santuario, que dan refugio a inmigrantes residiendo ilegalmente.

Giménez envió un memo a Daniel Junior, director interino del Departamento de Correccionales de Miami-Dade, ordenándole detener las solicitudes recibidas del Departamento de Seguridad Nacional.

Giménez le dijo a Junior que su directriz era una respuesta al decreto del presidente Donald Trump el miércoles.

Tan pronto la noticia fue publicada, el presidente Trump escribió en su cuenta de Twitter, que ha sido la decisión correcta.

acatar las órdenes sobre inmigración del presidente Donald Trump,

con el fin de “limpiar la reputación” de la ciudad como “santuario” de inmigrantes indocumentados y no poner así en riesgo el ingreso de fondos federales.